Existe una superstición (se cree que romana) por la que los pelirrojos traen mala suerte. Se dice que para contrarrestarla hay que tocarse un botón nada más ver uno. Por esta superstición, muchos pelirrojos fueron repudiados e incluso asesinados en épocas pasadas.
En el Antiguo Egipto se consideraba a los pelirrojos como descendientes de Seth y se les atribuía una mayor fiereza. En la cultura judeocristiana, el rutilismo (los pelirrojos) podría tener que ver con la marca de Caín y algunos personajes bíblicos considerados pelirrojos serían Judas Iscariote, Esaú y María Magdalena.
En el Antiguo Egipto se consideraba a los pelirrojos como descendientes de Seth y se les atribuía una mayor fiereza. En la cultura judeocristiana, el rutilismo (los pelirrojos) podría tener que ver con la marca de Caín y algunos personajes bíblicos considerados pelirrojos serían Judas Iscariote, Esaú y María Magdalena.
El mayor porcentaje de pelirrojos se encuentra en la Europa Atlántica y especialmente en Irlanda y el Reino Unido. La aparición de pelirrojos en muchas poblaciones se ha asociado a antepasados celtas o fenicios, pero eso está por demostrarse. Algunos autores sostienen que hubo grandes personajes de la Historia, como Gengis Khan, que lo fueron.
En otras especies de mamíferos también aparecen individuos con el pelo rojo, como en los oranguntanes, los gatos, los perros, etc.
Otra leyenda: Se dice que los colorados, pelirrojos o personas con rutilismo descienden de un único pelirrojo que fue bañado en su nacimiento en un rió donde Odin sangró en su ultima batalla (tierras barbaras). Este niño creció y se convirtió en el líder mas importante de las ordas invasoras celtas, se lo conocía por el nombre de Koix (cabello de fuego). Desobedeciendo los concejos de sabios y brujos de su pueblo, formó lazos con una princesa raptada de las tierras del sur. Dos hijos fueron el fruto de esta alianza obligada, Yarú y Míta. La leyenda cuenta que estos dos hijos de Koix fueron pelirrojos como el padre y poseían la sombra de del mal augurio, la mala suerte, que fue esparcida en los hijos de sus hijos hasta los días presentes donde se cree que la mejor manera de eludir este mal presagio (el ver un colorado) es tocarse el genital izquierdo (en el caso de los hombres) o la teta izquierda (en el caso de ser mujer).
Ya sabes si ves a un colorado tendrás que tocarte el genital o la mama izquierda, dependiendo del sexo y así aseguraras que la mala suerte de los pelirrojos no te tocará.
Eso sí, si ves un albino no podrás hacer nada para que en esa misma noche no padezcas una misteriosa polución nocturna, lo lamento, para este ultimo caso no hay solución.
Erick "el Barbaro".
2 comments:
un placer hacer radio con usted.
nada más.
Discrimanador, vas a reencarnar en un pelirrojo. Ajajaja.
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