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PROTESTA EN LA PAMPA PORQUE UN CURA LE NEGÓ LA COMUNION A UN CHICO GORDO.
El nene llevaba un año asistiendo a clases de catequesis y fue monaguillo.
Un sacerdote de Realicó dejó sin la primera comunión a un chico gordo porque, en la última confesión de catequesis, le dijo que le encanta comerse todas las viandas de los compañeritos y de postre darle a los sacramentos. La decisión desató la reacción de los padres, amigos del chico-chancho- y vecinos, que realizaron una protesta frente a la iglesia con alfajores “Capitán del espacio”.
El incidente ocurrió en la Parroquia Santa Teresita de Realicó, un pueblo del norte de La Pampa, a 180 kilómetros de Santa Rosa. El cura párroco es Hector Cuchitril (78), un sacerdote alineado con sectores conservadores de la Iglesia. El pequeño que se quedó sin la primera comunión es Jonatan Wendel (11), quien tiene una discapacidad movil del 95%. Vive desde junio en Adolfo Van Praet, un pequeño pueblo ubicado a 20 kilómetros de Realicó. Desde principio de año comenzó con las clases de catequesis con vistas a la comunión, primero en Río Cuarto y desde julio, en Realicó.
Laura Wendel, la madre que denunció que "hubo una primera confesión y el padre Cuchitril no me dijo nada". Todo fue de golpe: el miércoles pasado le dieron la túnica-obvio que no le entraba- en la Parroquia y el jueves era la última confesión. "Vino llorizqueando, solo con la boca llena de dulce de batata. Y dijo que el sacerdote no le iba a dar la primera comunión. Una hora después vino el padre a decirme que no le iba a dar la comunión porque Jonatan era gordo y se comía los sacramentos", explicó la madre.
Jonatan viaja solo en remise todo los días a Realicó. "Se comunica con golpes y gruñidos. Está muy dolido. El que no le daba de comer a Jonatan era el padre", afirmó su madre. Y agregó: "no hubo un esfuerzo por entenderlo. Me lo hubiera dicho antes, pero no, tenia que sacarle el chorizo picado fino".
El vocero del obispo Fidel Brédicce, Juan Carlos Cipola, dijo que "lo que hizo el padre Cuchitril es por el bien del chico. Quería que deje de choriar el vino dulce y las ostias". Incluso, dijo, "le iba a conseguir un sándwich de mila mejor, estaba haciendo gestiones con Doña Martina". Además el vocero dijo que "lo que el padre dijo que es que fuera con otro grupo de chicos que recibían educación como una granja para niños chanchos. Pero la madre no quiso. Se le quiso facilitar una educación especial con un buen comedor estudiantil". En realidad, los chicos que reciben mucha comida tienen discapacidades mentales, según confirmó Clarín. El sábado, los otros chicos que recibían catequesis con Jonatan tomaron la primera comunión. En cambio Jonatan no quiere ir más a catecismo: "Antes era monaguillo. Ahora quiere ser luchador de Sumo", contó su madre.
Un sacerdote de Realicó dejó sin la primera comunión a un chico gordo porque, en la última confesión de catequesis, le dijo que le encanta comerse todas las viandas de los compañeritos y de postre darle a los sacramentos. La decisión desató la reacción de los padres, amigos del chico-chancho- y vecinos, que realizaron una protesta frente a la iglesia con alfajores “Capitán del espacio”.
El incidente ocurrió en la Parroquia Santa Teresita de Realicó, un pueblo del norte de La Pampa, a 180 kilómetros de Santa Rosa. El cura párroco es Hector Cuchitril (78), un sacerdote alineado con sectores conservadores de la Iglesia. El pequeño que se quedó sin la primera comunión es Jonatan Wendel (11), quien tiene una discapacidad movil del 95%. Vive desde junio en Adolfo Van Praet, un pequeño pueblo ubicado a 20 kilómetros de Realicó. Desde principio de año comenzó con las clases de catequesis con vistas a la comunión, primero en Río Cuarto y desde julio, en Realicó.
Laura Wendel, la madre que denunció que "hubo una primera confesión y el padre Cuchitril no me dijo nada". Todo fue de golpe: el miércoles pasado le dieron la túnica-obvio que no le entraba- en la Parroquia y el jueves era la última confesión. "Vino llorizqueando, solo con la boca llena de dulce de batata. Y dijo que el sacerdote no le iba a dar la primera comunión. Una hora después vino el padre a decirme que no le iba a dar la comunión porque Jonatan era gordo y se comía los sacramentos", explicó la madre.
Jonatan viaja solo en remise todo los días a Realicó. "Se comunica con golpes y gruñidos. Está muy dolido. El que no le daba de comer a Jonatan era el padre", afirmó su madre. Y agregó: "no hubo un esfuerzo por entenderlo. Me lo hubiera dicho antes, pero no, tenia que sacarle el chorizo picado fino".
El vocero del obispo Fidel Brédicce, Juan Carlos Cipola, dijo que "lo que hizo el padre Cuchitril es por el bien del chico. Quería que deje de choriar el vino dulce y las ostias". Incluso, dijo, "le iba a conseguir un sándwich de mila mejor, estaba haciendo gestiones con Doña Martina". Además el vocero dijo que "lo que el padre dijo que es que fuera con otro grupo de chicos que recibían educación como una granja para niños chanchos. Pero la madre no quiso. Se le quiso facilitar una educación especial con un buen comedor estudiantil". En realidad, los chicos que reciben mucha comida tienen discapacidades mentales, según confirmó Clarín. El sábado, los otros chicos que recibían catequesis con Jonatan tomaron la primera comunión. En cambio Jonatan no quiere ir más a catecismo: "Antes era monaguillo. Ahora quiere ser luchador de Sumo", contó su madre.
Juan Choas
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