No es nuevo hablar de cómo los colores afectan en la vida de las personas, de hecho los primeros estudios datan de principios de los años 30 del siglo XX. Se han llevado a cabo numerosos estudios correlativos entre memoria, percepción… Hoy en nuestros día están dirigidos en la búsqueda de la producción y de cómo se pueden usar los colores para maximizar los beneficios. Así en las grandes empresas se usa el amarillo claro para la creatividad, el azul para la concentración, etc.
Esto nos plantea desde el principio muchas interrogantes. Por qué unos colores benefician algunas capacidades y otros no. Lo cierto es que se han desarrollado estudios que demuestran que algunos animales llevan inscritos en su ADN información acerca de los colores y de cómo responder ante ellos. En etología el concepto central es el EDI estímulo desencadenador innato, sinónimo de estímulo signo: estímulo sumamente específico que desencadena una pauta de acción fija.
Uno de los casos estudiados es el del petirrojo (Erithacus rubecula) macho, éste cuando toma posesión de un territorio lo defiende de los intrusos. Lo curioso es que, cuando se coloca dentro de su territorio un petirrojo adulto disecado, un petirrojo joven, también disecado, o un simulacro de plumas parcialmente pintado de rojo; es más probable que ataquen al simulacro de petirrojo, que a un petirrojo disecado pero sin nada de rojo en el pecho (petirrojo subadulto). No se apreciarán diferencias en cuanto al número de ataques al petirrojo adulto o al simulacro.
Algo similar puede ostentarse del Homo Sapiens (hombre común) el cual exterioriza un fenómeno físico-químico al percibir el color rojo ante su visión dirigida.
El ejemplo es muy claro y fácil de apreciar:
Semáforo en color rojo, auto que se detiene, hombre que procede a sacarse los mocos, amasarlos y en algunos casos deglutirlos.
Podría decirse de esta aseveración, que es una leyenda urbana, que de comentario en comentario, tomó cuerpo y se instaló en la sociedad; pero no. El reconocido doctor -en otorrinolaringología- J. Jufre Petelo fue el primero en investigar “la teoría del color rojo (RNT Red-Nasal-Theory) ” que recorría todos los pasillos, y halló que este fenómeno tiene una explicación del tipo
Físico-Química consecuente de imantación no asistida.
Esto implica una conexión inevitable entre el color rojo (de semáforo) y la voluntad de quitarse un moco de inmediato. El semáforo en rojo libera un estímulo que sólo el sexo masculino puede percibir en la zona posterior de su cerebelo. Ese estímulo produce un impulso químico de imantación entre el dedo índice o meñique y la profundidad de las fosas nasales, que genera el esperado contacto. Una vez situado el dedo, sólo escarba, saca, mira, amasa y sutilmente tira.
Para aquel que pudo hacerse cargo de la aplicación de esta teoría, ofrecemos el siguiente sitio de autoayuda contra la RNT: www.sacateunmocogomoso.com
Mulder y Scully
3 comments:
Muy buena la nota, pero...y Scully????????
Es verdad, yo manejo y me he comido los mocos en semáforos en rojo.
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