Reconozco que ésta no es una nota de alto grado de seriedad, es más, podríamos ni leerla que el mundo seguirá de la misma manera, pero creo que tenemos que intentar cambiarlo (al mundo; no a Tinelli… a ese sólo hay que matarlo).
Hay que intentar salvar los bosques, las ballenas, los rinocerontes, la capa de ozono, los deshielos, el consumo de materia no degradable y por último… NUESTRAS CABEZAS! Con esto me refiero a que el consumo indiscriminado de chatarra televisiva nos lleva a un nivel descendente en nuestro proceso cognitivo. Es decir; cada vez pensamos menos. La materia fabricada en la que somos sometidos repercute de manera subliminal e imperceptible. La influencia no se da de manera casual sino que es producto de un alto grado de intención y propósito; su finalidad: Atraer-Cautivar-Divertir-Idiotizar. ¿Como es eso?... muy facil: sólo hay que poner gente de la farándula desnuda, cantando, bailando, nadando, etc. Y si nos remontamos en el tiempo podemos dar otros ejemplos idiotizantes, como: cámaras ocultas –arregladas-, concursos de cantos de niños o bloopers.
Tal vez estos datos no sean tan importantes como para matar a una persona pero si ustedes hacen un simple calculo de cuánta gente ve ese programa (ShowMatch,VideoMatch, Ritmo de la noche o como se llame), cuánta gente nace, crece y se desarrolla con ese nivel cultural, creo que entrarían en pánico como yo.
La vida de esta persona marca un gran cambio generacional y por eso solicito la ayuda de la población mundial para borrar de la faz de la tierra a Tinelli. Piensen que es un sacrificio en favor de la Argentina y de los países vecinos…
…Sólo Piensen!
Julian Jueich.
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